La energía está presente en prácticamente todos los bienes que consumimos y muchas de las actividades que realizamos. Desde la ropa que usamos, la comida y productos que consumimos, la manera en que nos movemos y los elementos que usamos para comunicarnos y trabajar. Todo esto consume, de manera directa o indirecta, algún tipo de energía. En la actualidad, el petróleo y el gas representan más del 84% de la matriz energética de Argentina. El gran desafío es cómo reemplazar estos combustibles fósiles, fortaleciendo la participación de las energías renovables.
En nuestro webinar “La energía en Argentina: una visión a futuro”, Gerardo Rabinovich, Vicepresidente del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi”, nos comentó que la transición energética es un proceso global imparable que ya está en marcha. Además, remarcó que esta transición tiene que estar dirigida en desarrollar políticas integrales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con estrategias que incluyen dimensiones sociales, económicas y ambientales viables. Argentina no se queda atrás, según Rabinovich en el país hay un fuerte potencial de energía no emisora en dióxido de carbono. Además, advierte que casi el 40% de la reducción de emisiones al 2050 podrían provenir de ahorros de consumo y mejores formas de consumir. Detengámonos en este último punto.
Si, como dicen, la energía más limpia es la que no se consume, y gran parte de la reducción de emisiones en el país se puede dar por el ahorro energético, entonces resulta interesante preguntarnos cómo podemos bajar nuestro consumo. Individualmente, el mayor impacto lo tenemos en la energía que consumimos en nuestras casas. Grandes ahorros energéticos requieren de algunas inversiones. Por ejemplo, cambiando los artefactos de iluminación de nuestras casas a luces Led (capaces de bajar el consumo de luz en un 90%); comprando electrodomésticos de alta eficiencia energética (una heladera eficiente energéticamente consume hasta un 70% menos de energía que una de baja categoría de eficiencia); o bien colocando doble vidriado en nuestras ventanas, para que la temperatura interior de la casa se mantenga más cálida al calefaccionar en invierno o más fresca durante el verano. Estas transformaciones, si bien son costas en lo inmediato, se repagan solas en el mediano y largo plazo, a la vez de colaborar con la sustentabilidad y el medioambiente.
Ahora bien, ¿es posible generar ahorros en mi consumo eléctrico sin hacer prácticamente ninguna inversión monetaria? ¡Claro que sí! A continuación, te ofrecemos algunos consejos. Para calefaccionar tu casa: primero, recordá que en invierno lo ideal es mantener la temperatura ambiente en 20º C. Si se filtra mucho frío, se pueden comprar burletes para colocar en la puerta y ventanas para mejorar la aislación. Para el verano, limpiar los filtros del aire acondicionado es una gran alternativa para consumir menos energía, además de ponerlo siempre en 24º C. Contra lo que algunos creen, un ambiente no se enfriará más rápido por poner el aire en menos grados, y por cada grado de diferencia se ahorra un 8% de energía. Además, priorizá el ventilador por sobre el aire acondicionado, ¡consume hasta un 90% menos de energía!
Pasemos ahora a mencionar algunos consejos para la cocina. Primero, al cocinar en la hornalla el fuego no tiene que sobresalir del recipiente, porque lo que sobresale no calienta el agua e implica un desperdicio de energía. En la misma línea, cociná con las ollas tapadas y abrí el horno la menor cantidad de veces. Para la heladera, dejá unos 15 cm entre su parte trasera, la pared y los laterales, ¿sabías que esto facilita la ventilación y aumenta su rendimiento? Por último, desenchufá el microondas cuando no lo estés usando: al año, mantener el reloj digital encendido gasta más energía que haber calentado los alimentos. Estos son sólo algunos de los muchos tips que podrás encontrar en nuestro Instagram (@globalshapersba).
En conclusión, ahorrar energía “lo podemos hacer todos, cualquiera sea el lugar que ocupamos. Sólo requiere tomar la decisión de hacerlo”. Así lo planteó Andrea Afranchi, Coordinadora en la Comunidad de Líderes Energéticos del CACME, en nuestro webinar sobre la energía en Argentina. En este sentido, y en línea con el espíritu del proyecto #Hábitos, te invitamos a hacer un uso más responsable de la energía. Pequeños cambios, tomados de forma colectiva, hacen una gran diferencia.